Unos nacen con estrella y otros estrellados
Hoy quiero compartirles una reflexión que surgió mientras paseaba por un bosque en la ciudad de Viseu, en Portugal, con unos amigos. Esta idea lleva muchos años rondando en mi mente.
Mi padre solía decir: "Unos nacen con estrella y otros estrellados". Lo usaba para explicarme por qué le sucedían cosas malas. Yo lo escuchaba sin opinar ni reflexionar sobre sus palabras. Años más tarde, encontré unos textos escritos por mi padre donde decía: "Si dejas que las cosas malas te pasen, no estarás para cuando las cosas buenas pasen."
Para añadir más emoción a esta historia, un día mi hermana mayor, con quien no había convivido mucho, me dijo la misma frase: "Unos nacen con estrella y otros estrellados", reflexionando sobre las circunstancias de la vida.
Con el tiempo, empecé a desarmar esta frase para comprender su significado. Hoy puedo decir que todos nacemos con estrellas y estrellados. Todos tenemos problemas, algunos los resolvemos y otros simplemente no tienen solución, pero seguimos adelante. Al final, todos enfrentamos nuestras propias dificultades.
¿Qué piensas tú de esta frase? ¿Con qué te conectas interiormente cuando la escuchas?
Ayer, el universo me regaló la bendición de reflexionar sobre este refrán con dos grandes amigos, Víctor y Belén, mientras compartía algunas historias de mi pasado. Si me digo a mí misma que las cosas no me salen bien porque "así es mi vida", solo estoy alimentando ese patrón y perpetuando mi papel de víctima.
¿Y si ese patrón de pensamiento está arraigado en mí y afecta todos los ámbitos de mi vida? Ponerme en el lugar de víctima me hace ver todo lo que no sale como quiero y lamentarme por ello. Y eso es todo. Me angustio, me lamento, me critico y critico al mundo.
¿De verdad crees que esa es la única forma de vivir? ¿No crees que podría haber otra perspectiva en cada situación? ¿No es más saludable dejar de criticarte y lamentarte por un pasado que ya no puedes cambiar?
Creo firmemente que podemos vivir de una manera diferente. Podemos reconciliarnos con nosotras mismas y soltar la culpa del pasado. Podemos replantear nuestra forma de ver el mundo. Nuestra percepción del mundo exterior refleja nuestro mundo interior. No puedo ver bondad en los demás si primero no la veo en mí. No puedo ver amor en los demás si nunca lo he experimentado en mí.
Todos tenemos una vida que requiere mucha voluntad. Cada uno carga consigo sus historias, su pasado, sus dolores y también sus experiencias felices. Quizás cuando ves a alguien sonreír, piensas que es feliz porque nació con estrella. Sin embargo, hoy te digo que nadie que comparta amor y felicidad se ha saltado la materia de amarse y cuidarse a sí misma primero.
¿Por dónde empiezo si quiero salir de mi estado de víctima?
- Cultiva tu autocuidado, autoamor, autocompasión y autorrespeto.
- Escucha tus propias necesidades y atiéndelas.
- Inicia cualquier camino de autoconocimiento, sea terapia, psicoanálisis, meditación o ejercicios de respiración.
- Busca tu guía, sal y pide ayuda. No estás sola. No estás solo.
Si quieres hacer algo por ti hoy y no sabes por dónde empezar, te recomiendo mi blog Vivir en el ser o en el hacer donde enseño un ejercicio de respiración que puedes hacer todos los días como una introducción a la meditación. Te guío para que encuentres un espacio cómodo y tranquilo para ti, donde puedas concentrarte en tu propia respiración.
Recuerda, el camino hacia una vida plena comienza dando el primer paso, y siempre es mejor aliviar las cargas con compañía de personas especialistas en autoconocimiento. No te postergues. Empieza hoy a vivir por y para ti.
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