Conectando conmigo

Conectando conmigo

No son las circunstancias, sino lo que hacemos con ellas, lo que forma nuestro carácter, nuestro destino y, en definitiva, nuestra historia de vida.

Tengo conmigo una pequeña libreta donde escribo pensamientos y frases que leo en algún lugar. La frase de la cita es una de estas frases y, desafortunadamente, no he registrado su autoría. Sin embargo, es una de las mejores frases que he anotado hasta ahora en mi libreta. La considero muy completa y resueno con ella en este momento de mi vida.

¿Qué pasa cuando nos pasan cosas?

En el día a día nos suceden situaciones personales con nuestra familia, amigos, colegas, jefes o personas del trabajo, y no siempre sabemos cómo lidiar con ellas. ¿Qué te gustaría decirle a tu yo del pasado que hoy sientes que has aprendido? ¿Le darías algún consejo? Y si ya sientes que tienes algunas lecciones aprendidas, ¿qué le dirías a tu yo del futuro?

Es aquí donde me gusta reflexionar. En general, me considero una persona autorreflexiva. A veces llego a reflexiones interesantes por mis propios medios y a veces son mis colegas, amigos o mi terapeuta quienes me ayudan a llegar a resoluciones muy interesantes para mi vida y mi día a día.

Una vez, mi amiga Verónica, compañera e instructora de Kundalini Yoga, una mujer con un gran recorrido personal, me llevó a reflexionar sobre mis diferentes "yo": mi yo del pasado, mi yo del presente y mi yo del futuro. En ese momento se me voló la cabeza, como decimos en español, porque me detuve a pensar que todos esos "yo" existían en mí y que podía aprender a amigarme y ser compasiva con todas esas facetas de mí misma.

¿Cómo lidio con las diferentes situaciones que me pasan?

Me considero una persona que expresa el malestar, el enojo o la angustia en el momento, ya sea expresándolo en mi rostro o en la postura de mi cuerpo, o a través de la verbalización. No me considero una persona que guarde en su interior lo que le pasa, más bien soy de expresarlo hacia afuera. Sé que cada persona se manifiesta y se expresa de forma diferente y tengo amigos o familiares más introvertidos que expresan menos lo que les sucede. Sin embargo, todo ese malestar está latente en algún lugar de su cuerpo, mente y/o alma.

¿Qué me ha sido útil a lo largo de mis últimos 10 años? La práctica de yoga y meditación, y la terapia.

Sé que hay muchas personas que nunca han experimentado ninguna práctica semejante y pueden tener rechazo o prejuicio hacia alguna de estas actividades. No obstante, si te encuentras leyendo este artículo, te invito a que intentes romper con tu prejuicio y practiques al menos alguna de ellas.

¿Por qué recomiendo la terapia?

Creer que podemos manejar todas las situaciones de nuestra vida solos lo considero algo soberbio de nuestra parte. Así como he mencionado en un artículo anterior, si pides cita con el médico cuando te duele algo físico, ¿por qué no irías al especialista en salud mental si algo a nivel mental o emocional te duele? Pero, lo sé, quizás has ido a alguna sesión y no te ha gustado lo que te han dicho. Las personas que están para ayudarnos no siempre nos darán una palmada en la espalda diciendo "todo estará bien". Sé que eso sería lo más amoroso para nuestra persona vulnerable, sin embargo, para atravesar duelos, dolores, penas, traumas y salir victoriosos necesitamos una guía que sea objetiva con nosotros, alguien que nos indique el camino a seguir pero también ponga los puntos sobre las íes. Sé perfectamente que hay vivencias en esta vida humana que son extremadamente dolorosas y no encontramos una explicación racional para tanto dolor. Pero debo decirte que como humanos, todos tenemos la capacidad de trabajar la resiliencia. No esperes que el día de mañana sea mejor que el de hoy por el simple hecho de que el tiempo pase; a veces el tiempo ayuda, pero muchas veces el tiempo no es una herramienta suficiente para lo que nos está pasando.

¿Por qué recomiendo la práctica de yoga y meditación?

Cuando falleció mi padre, tenía 17 años. Quizás has leído en algún artículo anterior un poco de mi historia. Sin ánimo de repetir lo que ya he contado, quiero compartirte la práctica que a mí me ha ayudado a estar un poco más tranquila y a trabajar en mi propia felicidad y autorrealización. En mi época de adolescente formaba parte de un grupo coral de rock progresivo donde había personas increíbles y con corazones generosos y bondadosos. Cuando les conté que había fallecido mi padre, todos fueron muy empáticos conmigo y una de mis compañeras, profesora de yoga, me invitó a hacer una práctica de relajación. Acordamos un día y horario y fui a su estudio. Estuvimos solas unas horas y al principio conversamos. Luego de conversar, hicimos unos ejercicios de yoga y, al final, una relajación. Fue la primera vez que me sentí tranquila en mucho tiempo. Me invadió una paz interior que hacía mucho no experimentaba. Y, claro, no quería quedarme solo con esa experiencia, quería volver a repetirlo. En cuanto pude y tuve el dinero para pagarlo por mis propios medios, comencé a tomar clases de yoga terapia con la misma profesora. Eran sesiones individuales donde al principio se conversaba y luego tenía mi clase de yoga con la relajación final. Estaba fascinada. Era mi momento de felicidad y paz interior.

Como siempre fui muy inquieta, fui por más. Me apunté en un curso para ser profesora de Hatha Yoga. Aprendí todo lo que pude y comencé a dar clases. Como siempre tenía sed de algo más, empecé a tomar clases de Kundalini Yoga. Y fue entonces que dejé de buscar afuera y empecé a experimentar prácticas personales más profundas. A través de mi experiencia practicando Kundalini Yoga, entendí que es una tecnología muy completa. Siempre hay algo nuevo por aprender porque es un tipo de yoga estructurado de tal forma que aborda el cuerpo físico y todos los cursos energéticos que todos tenemos. Además, en este estilo de yoga, practicamos ejercicios de respiración y meditación enfocados en distintos aspectos, siempre con el objetivo final del bienestar y del autoconocimiento.

¿Qué te recomiendo de la práctica de Kundalini Yoga?

La mayor enseñanza que me ha dejado este estilo de yoga es la disciplina y la autoobservación. Es por eso que te recomiendo comenzar con esta meditación que a continuación detallaré para observar qué te sucede al finalizar cada práctica.

Puedes comenzar la práctica buscando un lugar tranquilo donde puedas sentarte en el piso con las piernas cruzadas en forma de indio (como hacen los niños), si puedes, o simplemente en una silla donde puedas estar con tu espalda lo más recta posible.

Inhala profundo y exhala, registrando tu propia respiración. Toma unos momentos para solo hacer eso.

Luego puedes dar comienzo a la meditación, pero también te recomiendo que entones o repitas 3 veces este mantra que utilizamos en Kundalini Yoga para abrir el espacio de práctica personal llamado Adi Mantra: ONG NAMO GURU DEV NAMO.

Sigue los siguientes pasos:

• Coloca las palmas juntas en el centro del pecho, los pulgares tocan el esternón.
• Ojos cerrados, enfocándote en el entrecejo.
• Inhala profundamente.
• En la exhalación, entona el mantra en la “ley de las mareas”: canta “Sat” en seis olas y “Naam” en la séptima.
• Imagina el sonido pasar a través de tu columna vertebral y tus chakras comenzando en la base de tu columna y ascendiendo hasta tu coronilla.

Empieza con 15 minutos. La mente se limpiará como las olas del océano lavan la playa arenosa. “Sat Naam” es un mantra semilla. Los mantras semilla son los únicos sonidos que pueden reordenar completamente los patrones de costumbre de la mente subconsciente. Vibrando la corriente sonora “Sat Naam” de esta forma, activarás la energía de la mente que borra y establece hábitos.

Puedes practicarlo una vez al día durante 40 días si quieres generar un hábito de meditación para tu vida.

Para cerrar el espacio puedes entonar 3 veces "SAT NAAM".

🤗 Recuerda, el camino hacia una vida plena comienza con el primer paso. No te postergues. Empieza hoy a vivir por y para ti.