¿Cómo lidiar con las expectativas?
Recordar que moriré pronto es la herramienta que más me ayuda a tomar grandes decisiones en la vida. Porque prácticamente todas las cosas —todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el miedo al fracaso o la vergüenza— desaparecen al encarar la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. No hay razón para no seguir a tu corazón… mantente hambriento, mantente alocado. - Steve Jobs
Hoy, escuchando el podcast de Psi Mammoliti (T1 E54 - La trampa de las expectativas: ¿podemos evitar la decepción?) reflexioné sobre las expectativas que tengo tanto de mí misma como de los demás.
¿Qué estás esperando?
Nos pasamos gran parte de nuestra vida esperando situaciones, acciones o reacciones de otros que pueden coincidir o no con la realidad. Pero, ¿por qué hacemos eso? Cada uno de nosotros tiene una historia detrás de esas expectativas, ya sea consciente o no tan consciente. A veces podemos resolver por nosotros mismos de dónde vienen esas expectativas, y a veces necesitamos ayuda de herramientas que aborden la salud mental y emocional. No siempre podemos resolver nuestras creencias o pensamientos solos.
Te pregunto: si te duele el pie, ¿vas al traumatólogo? Si te duele la panza muy fuerte, ¿vas a urgencias? ¿Has tenido algún accidente o has pedido una ambulancia para un familiar, amigo o conocido?
Espero que alguna de tus respuestas haya sido afirmativa. Si has respondido todas de forma negativa, puedes detenerte un momento y evaluar si quieres seguir leyendo (es broma).
Ahora te consulto: si tienes un dolor profundo, estás atravesando un duelo, sientes angustia o ansiedad, ¿acudes a un profesional de la salud mental? ¿Te apuntas a una sesión de reiki, meditación o yoga? ¿Llamas a un amigo o familiar para conversar sobre lo que te pasa? Si no lo has hecho, ¿qué estás esperando?
¿Qué espero de mí y de los demás?
Aquí tenemos una gran pregunta y una compleja respuesta. No todos esperamos lo mismo de nosotros ni de quienes nos rodean. Es interesante preguntarnos qué es lo que esperamos, por qué lo esperamos y cómo creemos que eso nos hará sentir.
Intentemos responder con un ejemplo: yo espero que mi hijo se porte bien, porque si él se comporta, puedo trabajar tranquila. Si él se porta bien, puedo trabajar en paz. Ahora, pregúntate: ¿puedo sentirme tranquila de otra manera, sin depender exclusivamente de que mi hijo se porte bien? ¿Puedo crear tranquilidad en mi espacio de trabajo, en mi hogar o en mi vida de otra forma?
Este tipo de reflexión me llevó a analizar mis expectativas sobre mí misma y sobre los demás. Si necesito paz en mi vida y pongo la expectativa en que el ambiente laboral, mi hogar o mi familia deben proporcionármela, es un pensamiento válido, pero no podemos controlar cómo se comportan los demás. Sin embargo, sí podemos controlar nuestras acciones y actitudes. ¿Puedo generar paz en mi vida sin depender de los demás? Claro que sí. Puedo buscar actividades que beneficien mi salud mental, practicar deportes para generar endorfinas, meditar, hacer yoga o dedicarme a algún arte que disfrute, como música, pintura o cerámica.
¿Qué puedo hacer para dejar de esperar?
La primera definición de "expectativa" en la RAE es: "esperanza de realizar o conseguir algo". ¿Y si en lugar de esperar pasivamente, ponemos manos a la obra?
¿Cuántas veces has postergado inscribirte en el gimnasio? ¿Cuántas veces has puesto excusas para no empezar terapia? ¿Cuántas veces has culpado a otros por no cumplir tus expectativas? ¿Acaso le has dicho a tu pareja lo que quieres o solo esperas que adivine?
Todos hemos pensado alguna vez que los demás deben leer nuestros pensamientos. Sin embargo, debemos aprender a comunicar qué queremos, por qué lo queremos y cómo lo queremos. Y si puedes dártelo a ti mismo sin esperar de otro, adelante, es el mejor regalo que puedes hacerte.
Reflexionando sobre la cita de Steve Jobs, recordemos que todos vamos a morir, lo cual elimina la posibilidad de que algo vamos a perder. ¿Por qué no seguir tu corazón? Mantengámonos hambrientos y alocados, porque esta vida es el único regalo que tenemos.
💛Recuerda, el camino hacia una vida plena comienza con el primer paso. No te postergues. Empieza hoy a vivir por y para ti.
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